domingo, 20 de diciembre de 2009

NAVIDAD





( Que se propague y florezca
en todas las miradas)


Un grito y una luz,
la noche estalla.
Se nos abren los montes
y amanece
todo lo que perdura,
lo que es fuerte,
capaz de conducirnos
a lo alto.
Historia de fulgores,
de manos apoyadas
y de voces
que acorralan el fuego
y nos lo brindan.
Después de tanta sombra
apunta el día
que será permanente
y será nuestro.

Emilio Rodríguez
( Diciembre, 2009)

viernes, 30 de octubre de 2009

HISTORIA DE TUS DIENTES




Te miro y me descubro, antes de las batallas,
más allá de los límites que marca el calendario.
Es este rostro esquivo que te pones los viernes
para mirar sonidos de espejos o campanas.
Porque detrás del viento, los cristales respiran
y se quejan los álamos sobre la piel del agua.
A veces también vienes en forma de tormenta
de viento con palomas, con espinosos lirios.
Delgada y contumaz, respira la violencia
y se queda invitada, cosida en tus arrugas.
No dejas de gritar y de poner los platos
para un banquete lúgubre, con un solo invitado.
Poema del ayer, alarido de entonces,
por donde las paredes crecen y se adelgazan.
Venimos de la voz y en ella regresamos,
por las laderas broncas de este país sin sueño.


II


Era el rostro y el rastro de aquellos días tuyos
un diálogo de leznas y de manos cortadas,
una variante turbia de los grandes contactos
entre ayer y mañana, con todos los ocasos.
Lo que se ve de lejos, lo que resuena y brilla,
con los dedos del alba cultivando el desprecio.
La historia también era travesía de un desierto,
un tramo de vocablos brillantes como esquirlas
o lagartos que anuncian el final de los gestos.
El barco de papel que siempre está llegando,
cuando mueren las luces y se borra el aliento,
y las noches más lentas se acomodan al sueño.
Tus palabras son gotas de una lluvia arrastrada
con sonido de tejas y agobio de alacenas.
Ahora es otro siglo, como todos los lunes,
y se abren los armarios que esconden el pasado.
Ahora llueve escarpias y se incendias balcones
en la espalda del miedo donde guardas el llanto.
Quedan geranios lentos y adjetivos doblados.
Escribir es otro intento, declarado inservible,
de gustar la ceniza y escuchar a los muertos.
Casi como guardar el fragor de los truenos
en el cuenco abollado de cada desayuno.


III

Y de tus ojos súbitos se desprenden licores
que llamamos romances, restos de otras huidas.

lunes, 3 de agosto de 2009

PALABRAS PARA SIXTO

Este poema ha sido publicado en la revista PAPELES DEL MARTES, Nº 42. Salamanca. Primavera 2009.

___________________________________________________________________________

Una nube de hielo te borró la mirada,
noticia en catarata o rito de silencio.

Nos queda tu sonrisa y unas manos cordiales
llenas de humanidad, de cercana viveza
para seguir guardando la esforzada presencia
ahora separada de tus ojos diarios.

Te has ido al otro lado, orilla del silencio
que nos sigue llamando como playa lejana.

Guardamos un incendio de palabras y días
apilados y vivos, como querencia de siglos.

Seguiremos la ruta sembrada de sonidos
que nos lleva a la cumbre de todas las miradas.

Un nube de acero, noticia de tu ausencia,
nos dejó sin palabras, sin pulso, sin aliento.

Y todas las ventanas parecían cerradas.
Se borraron las puertas, pasarelas del sueño,
cuando sonó ese grito pregonando la ausencia.

Un cuchillo encendido nos limó las esquinas,
nos clausuró los ojos nos licuó las huellas.

Ahora, de otro modo, estás permaneces
en los gestos gastados, recuerdos y sonidos.

Nos queda tu sonrisa que apresura vivencias
de clara humanidad, avidez de horizontes.

Seguiremos subiendo a donde tu solías
colocando tu nombre a las sendas de roca,
sembradas de vocablos y de días con tu imagen.

Ahora solamente el eco de un portazo
nos sacude los sueños, nos oprime las sienes.

Pero todos tenemos un rincón con tu sombra,
con tu gesto cargado de entrañable ternura.

Una nube apagada nos quitó el horizonte,
pero hay otra presencia, otra forma de vernos.

sábado, 4 de abril de 2009

CONSTRUIR EL OCASO


La noche es esta boca

que nos grita

consignas de abolir

el desaliento.

El parto de la luz

tendrá lugar

cuando los ojos todos

la descubran.

jueves, 5 de febrero de 2009

TEMPUS

Desequilibrio lento de todas la edades,

de los pilares blandos que sustentan el cielo.

Una pisada suena, a través de los siglos

y va borrando sueños, imágenes, palabras.

ESTANCIA

Ahora vienes más a donde el eco

reconstruye los viejos pasadizos.

Si siembras las palabras en otoño

verás tu primavera acrecentada.