sábado, 23 de abril de 2011

ACANTILADO



Los días son ventanas
con un rincón de luz
cosido a las costillas.
En árboles azules

se acuesta
la mañana,
y las manos del tiempo
van desvelando
el ruido
que la vida produce.
Presiento otros rincones
donde un fulgor
se esconde,
donde las manos lloran
y crecen los suspiros.
Declinación de voces
clavadas en el pecho
de los barcos hundidos.
Y asumo este silencio
que obstruye las distancias,
mientras los montes gritan
y se acuestan las águilas



(28 de Marzo)