martes, 2 de octubre de 2007

CONTORNOS DEL VACÍO

Morimos de internet
y de otras golosinas de diseño.
Se nos vuelven de niebla y de pavesas
las torres más enhiestas
de nuestro Manhattan personal.
La música más cruel
se va quedando
envasada y sin alma
en cadenas de montaje
que nuestros robots pastorean.
Morimos de este chat,
redondo y circunflejo,
que llamamos vivir
para entendernos.
Se doblan nuestras torres,
nuestras voraces ruinas,
tan gemelas, tan frías,
tan llenas de palabras
sin sentido.
Cultivamos el odio
y no sabemos
que existen los lugares
donde nadie pregunta,
donde llorar es casi
lo único asequible
a nuestro presupuesto.
Morimos de reuniones
que llamábamos cumbres
sin saber que hubiera alguien
allá abajo.
Las respuestas son plantas
que requieren cuidado,
que nos crecen sin rumbo
y nos llenas los días
de escombros y alaridos.
Estamos conectados a esta red
que nos permite hablar
sin tener que recurrir
a las palabras.
Consumimos envases y energías
jamás recuperables.
Los lirios y los cardos,
el sonido que no encuentra
objeto a su discurso.
Un mar donde se mueren
las soflamas,
nos separa y nos une
sin remedio.

No hay comentarios: